En donde vivo el clima por estos días es perfecto para llevar una abrigadora parka, la mía ya lleva varios inviernos en mi guardarropa. ¿Y saben qué? Fue una buena inversión, una compra bien pensada, de esas que no generan remordimiento sino más bien alivio, teniendo en cuenta que sufro mucho cuando bajan las temperaturas. Lo que queda del invierno no tendré necesidad de comprar prendas abrigadoras.
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